Tomar café no supone ningún riesgo para la salud cardiovascular
Beber mucho café quizás puede provocar que no consigamos pegar ojo durante la noche, pero no afecta ni a nuestro corazón ni a nuestro sistema circulatorio, tal como apuntaban algunos estudios realizados hasta la fecha. Así lo ha revelado una investigación llevada a cabo por el profesor Steffen Petersen del Instituto de Investigación William Harvey de la Universidad Queen Mary de Londres, que fue presentada el pasado 7 de junio en la Conferencia de la Sociedad Británica Cardiovascular (BCS, por sus siglas en inglés) en Manchester (Reino Unido) y financiada parcialmente por la Fundación Británica del Corazón (BHF).
Las arterias transportan sangre que contiene oxígeno y nutrientes desde el corazón al resto del cuerpo y si se vuelven rígidas puede aumentar la carga de trabajo del corazón e incrementar así las probabilidades de que una persona sufra un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
El estudio, en el que participaron más de 8.000 personas en Reino Unido, desacredita los trabajos anteriores que afirman que beber café aumenta la rigidez arterial y, por lo tanto, el riesgo de sufrir un infarto. De este modo, las sugerencias anteriores de que el consumo de café deriva en arterias más rígidas son inconsistentes y podrían verse limitadas por un menor número de participantes, según el equipo detrás de esta nueva investigación.
Para el estudio, se clasificó el consumo de café en tres grupos: quienes beben menos de una taza al día, los que beben entre una y tres tazas al día y los que beben más de tres. Se excluyó a las personas que consumen más de 25 tazas de café al día, sin embargo no se relacionó un incremento de la rigidez arterial en quienes bebían dicha cantidad tan elevada en comparación con quienes solo ingerían menos de una taza diaria.
La relación entre el consumo de café y la medida de rigidez de las arterias se modificaba según factores como la edad, el sexo, el origen étnico, la condición de fumador, la estatura, el peso, la cantidad de alcohol consumido, la alimentación y la presión arterial alta. En este sentido, entre los 8.142 participantes que se sometieron a resonancias magnéticas cardiacas (RMC) y mediciones de la frecuencia cardiaca, la investigación mostró que los que beben café en cantidades elevadas y moderadas tienden a ser hombres, fumadores y consumidores habituales de alcohol.
El doctor Kenneth Fung, que estuvo al frente del análisis de datos de la investigación señaló que a pesar de la gran popularidad de la que goza el café en el mundo, existen algunos estudios que impiden que la gente lo disfrute. “Aunque no podemos demostrar un vínculo causal en este estudio, nuestra investigación indica que el café no es tan malo para las arterias como sugerían estudios anteriores”.
Por su parte, Metin Avrikan, director médico asociado en la Fundación Británica del Corazón, señaló que comprender el impacto que tiene el café en nuestro corazón y sistema circulatorio es algo que los investigadores llevan algún tiempo tratando de descubrir. “Existen varios estudios contradictorios que apuntan cosas diferentes sobre el café, y puede ser difícil decidir qué deberíamos creer y qué no. Esperamos que esta investigación ponga en perspectiva algunos de los estudios de los medios de comunicación, ya que descarta uno de los posibles efectos perjudiciales del café en nuestras arterias”, concluye.