El vending aumenta la comodidad en los hospitales
El hospital Arnau (Lleida) cuenta desde hace una semana con una nueva máquina vending que expende batas limpias para los profesionales sanitarios, según una información publicada en www.lleida.com el pasado 28 de mayo.
“Se trata de una máquina que ya tienen instalada otros hospitales grandes como Vall d’Hebron o Can Ruti”, explica Joan Martí, responsable de seguridad del hospital.
Martí señala que el objetivo del hospital es solucionar el problema que tenía de suministro de batas. “El servicio de lavandería sólo está abierto por la mañana, lo cual implica que la gente que tiene turno de tarde y de noche deben esperarse. Con la máquina tienen uniformes limpios las 24 horas del día.”
Para utilizar este servicio, que es gratuito, es necesario disponer de una tarjeta que identifica al usuario como trabajador del hospital. La máquina tiene capacidad para 1.000 batas y cada trabajador puede tener prestadas 5.
Cuando se ensucian, el nuevo servicio también permite devolverlas. “De momento estamos haciendo pruebas con los residentes y la semana que viene ya podrá utilizarla todo el personal”, afirma.
Martí explica que el nuevo equipamiento ha costado 60.000 euros. “El objetivo no era ahorrar, sino aumentar la comodidad de los trabajadores.”
El hospital Arnau (Lleida) cuenta desde hace una semana con una nueva máquina vending que expende batas limpias para los profesionales sanitarios, según una información publicada en www.lleida.com el pasado 28 de mayo.
“Se trata de una máquina que ya tienen instalada otros hospitales grandes como Vall d’Hebron o Can Ruti”, explica Joan Martí, responsable de seguridad del hospital.
Martí señala que el objetivo del hospital es solucionar el problema que tenía de suministro de batas. “El servicio de lavandería sólo está abierto por la mañana, lo cual implica que la gente que tiene turno de tarde y de noche deben esperarse. Con la máquina tienen uniformes limpios las 24 horas del día.”
Para utilizar este servicio, que es gratuito, es necesario disponer de una tarjeta que identifica al usuario como trabajador del hospital. La máquina tiene capacidad para 1.000 batas y cada trabajador puede tener prestadas 5.
Cuando se ensucian, el nuevo servicio también permite devolverlas. “De momento estamos haciendo pruebas con los residentes y la semana que viene ya podrá utilizarla todo el personal”, afirma.
Martí explica que el nuevo equipamiento ha costado 60.000 euros. “El objetivo no era ahorrar, sino aumentar la comodidad de los trabajadores.”