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Vending, OCS y Horeca

Kellogg’s cumple 40 años en España

Cereales de desayuno

Los años 70 supusieron grandes cambios para los españoles y uno de ellos fue el acceso a alimentos que hasta ese momento solo se podían conseguir en otros países. Precisamente en esa década Kellogg creó la categoría de cereales de desayuno en España al iniciar su actividad en nuestro país en 1977.

Marcas tan reconocidas como Special K®, All Bran®, Corn Flakes de Kellogg's® o Rice Krispies® y las conocidas mascotas: el tigre Tony de Froties®, la rana Dig'em de Smacks® y Coco de Choco Krispies®, forman ya parte de nuestros recuerdos de infancia, nuestros hábitos de alimentación diarios y, por tanto, de nuestra historia. A ello han contribuido las campañas divulgativas que Kellogg ha realizado para formar e informar sobre la importancia del desayuno.

Durante cuatro décadas el mercado de cereales  ha crecido y se ha diversificado, impulsando de este modo la importancia del desayuno, con las marcas de Kellogg manteniendo el liderazgo en el mercado español a través de la innovación.

Además de la categoría de cereales de desayuno con la que llegó a España, la compañía comercializa también en nuestro país desde 1999 barritas de cereales para otros momentos del día, como las Special K®. En el año 2012, con la adquisición de la marca Pringles®, Kellogg amplía su portfolio al entrar en la categoría de snacks salados. Este negocio ha llegado a crecer con porcentajes de doble dígito durante los últimos años.

La planta de producción de Kellogg en España, ubicada en Valls (Tarragona), lleva en funcionamiento desde 1980. En ella se elabora una amplia gama de cereales de desayuno para el mercado español y otros países de Europa y Oriente Medio. Su capacidad de producción es de 80.000 toneladas anuales, lo que supone más de 213 millones de paquetes de cereales de 375 gramos, el tamaño más común.

Precisamente debido a la ubicación de la planta en Valls, la empresa ha utilizado durante décadas arroz producido en España como materia prima para la elaboración de sus cereales de desayuno, como Choco Krispies® y Special K®. En 2012 Kellogg puso en marcha en España el programa OriginsTM, con el objetivo de optimizar los recursos, mejorar la rentabilidad y reducir el impacto medioambiental de los cultivos de arroz. Así ayuda a los agricultores de la región del Delta del Ebro y de la zona arrocera de Valencia a utilizar las mejores prácticas agrarias en sus arrozales, compaginando sus intereses con los de su entorno.

La sostenibilidad medioambiental y la lucha contra el hambre son los ejes sobre los que la firma trabaja dentro de su iniciativa global de responsabilidad corporativa Breakfasts for Better Days™. Como parte de esta plataforma Kellogg puso en marcha en 2011 en España el programa ‘Todos a Desayunar’, con el objetivo de ofrecer un desayuno completo a niños de 3 a 12 años que por su situación socioeconómica van al colegio sin poder efectuar esta comida. Durante el curso escolar que ahora finaliza más de 1.000 niños han desayunado cada mañana en España gracias a este programa en el que participan 15 colegios repartidos por 9 ciudades españolas.

Un equipo de aproximadamente 400 personas desarrollan su labor profesional en Kellogg en España; unas 300 personas en la planta de Valls y el resto en la oficina comercial en Madrid. A estos empleos directos se suman algunos miles de empleos indirectos generados en la plataforma logística, transporte, proveedores de diferentes materias primas y servicios, etc.

A nivel global,  Kellogg Company lleva más de un siglo ofreciendo alimentos de alta calidad compatibles con un estilo de vida sano, que nutren a las familias para que puedan crecer y prosperar en más de 180 países en todo el mundo.

Los años 70 supusieron grandes cambios para los españoles y uno de ellos fue el acceso a alimentos que hasta ese momento solo se podían conseguir en otros países. Precisamente en esa década Kellogg creó la categoría de cereales de desayuno en España al iniciar su actividad en nuestro país en 1977.

Marcas tan reconocidas como Special K®, All Bran®, Corn Flakes de Kellogg's® o Rice Krispies® y las conocidas mascotas: el tigre Tony de Froties®, la rana Dig'em de Smacks® y Coco de Choco Krispies®, forman ya parte de nuestros recuerdos de infancia, nuestros hábitos de alimentación diarios y, por tanto, de nuestra historia. A ello han contribuido las campañas divulgativas que Kellogg ha realizado para formar e informar sobre la importancia del desayuno.

Durante cuatro décadas el mercado de cereales  ha crecido y se ha diversificado, impulsando de este modo la importancia del desayuno, con las marcas de Kellogg manteniendo el liderazgo en el mercado español a través de la innovación.

Además de la categoría de cereales de desayuno con la que llegó a España, la compañía comercializa también en nuestro país desde 1999 barritas de cereales para otros momentos del día, como las Special K®. En el año 2012, con la adquisición de la marca Pringles®, Kellogg amplía su portfolio al entrar en la categoría de snacks salados. Este negocio ha llegado a crecer con porcentajes de doble dígito durante los últimos años.

La planta de producción de Kellogg en España, ubicada en Valls (Tarragona), lleva en funcionamiento desde 1980. En ella se elabora una amplia gama de cereales de desayuno para el mercado español y otros países de Europa y Oriente Medio. Su capacidad de producción es de 80.000 toneladas anuales, lo que supone más de 213 millones de paquetes de cereales de 375 gramos, el tamaño más común.

Precisamente debido a la ubicación de la planta en Valls, la empresa ha utilizado durante décadas arroz producido en España como materia prima para la elaboración de sus cereales de desayuno, como Choco Krispies® y Special K®. En 2012 Kellogg puso en marcha en España el programa OriginsTM, con el objetivo de optimizar los recursos, mejorar la rentabilidad y reducir el impacto medioambiental de los cultivos de arroz. Así ayuda a los agricultores de la región del Delta del Ebro y de la zona arrocera de Valencia a utilizar las mejores prácticas agrarias en sus arrozales, compaginando sus intereses con los de su entorno.

La sostenibilidad medioambiental y la lucha contra el hambre son los ejes sobre los que la firma trabaja dentro de su iniciativa global de responsabilidad corporativa Breakfasts for Better Days™. Como parte de esta plataforma Kellogg puso en marcha en 2011 en España el programa ‘Todos a Desayunar’, con el objetivo de ofrecer un desayuno completo a niños de 3 a 12 años que por su situación socioeconómica van al colegio sin poder efectuar esta comida. Durante el curso escolar que ahora finaliza más de 1.000 niños han desayunado cada mañana en España gracias a este programa en el que participan 15 colegios repartidos por 9 ciudades españolas.

Un equipo de aproximadamente 400 personas desarrollan su labor profesional en Kellogg en España; unas 300 personas en la planta de Valls y el resto en la oficina comercial en Madrid. A estos empleos directos se suman algunos miles de empleos indirectos generados en la plataforma logística, transporte, proveedores de diferentes materias primas y servicios, etc.

A nivel global,  Kellogg Company lleva más de un siglo ofreciendo alimentos de alta calidad compatibles con un estilo de vida sano, que nutren a las familias para que puedan crecer y prosperar en más de 180 países en todo el mundo.

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