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La EVA responde a la política de UNESDA de prohibir la venta de bebidas azucaradas en las escuelas

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La industria europea de refrescos, representada por UNESDA, ha anunciado recientemente que cesará voluntariamente la venta de bebidas que contengan azúcares añadidos en las escuelas de la Unión Europea.  Esta promesa mantiene y amplía la política existente de la UNESDA, introducida en 2006, de no vender ninguna bebida en las escuelas primarias ni hacer publicidad de las mismas para niños menores de 12 años.

Este movimiento voluntario afectará a 50.000 colegios de educación primaria y secundaria y más de 40 millones de jóvenes de 28 países. La implementación completa se espera que se lleve a cabo a finales de 2018, cuando las compañías miembro de la UNESDA provean  solamente refrescos sin y bajos en calorías en las escuelas.

La expansión de esta política es el último hito de los esfuerzos de la industria europea de refrescos para contribuir a reducir los niveles de obesidad. A principios de este año, UNESDA prometió reducir los azúcares añadidos de las bebidas en un 10% para 2020, basándose en la reducción el 12% que tuvo lugar del 2000 al 2015. Los miembros de la UNESDA incluyen marcas como Coca-Cola, Fanta, Lipton, Oasis, Orangina, Pepsi, Schweppes y Sprite, y el nuevo compromiso ha sido ampliamente acogido por las partes interesadas y se alinea con las llamadas a la acción del Plan de la UE para la Obesidad Infantil, las conclusiones del Consejo de la UE de junio de 2017 y el informe de 2017 de la Organización Mundial de la Salud 'Salud Infantil y Adolescente'.

Qué significa esto para el vending

– La política afecta a todos los canales minoristas dentro del entorno escolar, incluyendo comedores, tiendas de ropa y máquinas vending.

– No vender refrescos con azúcares añadidos en escuelas secundarias.

– Las variedades de bebidas cero o sin azúcares añadidos están permitidas.

– Quitar la publicidad de las máquinas expendedoras en los colegios para reflejar el aspecto no comercial en los entornos escolares (en vigor desde 2006).

– No se venden refrescos en las escuelas primarias (en vigor desde 2006).

– Esto afecta a los productos, pero no a las máquinas vending. Los operadores pueden continuar colocando distribuidoras automáticas en los entornos escolares.

La postura de la EVA

Si bien es evidente que combatir la obesidad debe ser un enfoque multifacético, incorporando educación, provisión de productos y entornos más saludables, en combinación con un estilo de vida más activo, la Asociación Europea de Vending (EVA) reconoce que las asociaciones del sector deben impulsar a sus miembros a hacer todo lo posible para desempeñar su papel en la lucha contra la obesidad, idealmente con acciones conjuntas. Por lo tanto, la EVA elogia a UNESDA por este paso proactivo y voluntario en la industria.

Dicho esto, los miembros de la EVA sienten que una política que apoye una vía educativa para los niños en edad escolar sería potencialmente una solución más a largo plazo. Por ejemplo, una política a través de la cual se imponga una restricción (pero no una prohibición) en los refrescos azucarados de las escuelas y se requiera el suministro de bebidas sin azúcares añadidos, sería una política más apropiada para que los operadores vending la apoyen totalmente. Las restricciones de los productos, quizás junto a mensajes educativos en materia de salud colocados en las máquinas expendedoras, también capacitaría a los niños para que hicieran las elecciones más adecuadas para ellos mismos; algo que les ayudaría una vez dejen la escuela. Esta política de UNESDA elimina cualquier opción para los niños de secundaria y no hace nada para educar a los escolares sobre los tipos de productos que se encontrarán cuando crucen la puerta del colegio.

Además, los miembros de la EVA creen que una política como esta –aunque potencialmente sea un paso hacia una dieta más saludable-, si quiere causar un impacto más profundo en la creación de entornos escolares más saludables no debería centrarse únicamente en los refrescos, sino que debería abarcar todas las bebidas que se suministran fuera de la escuela.

En términos generales, debe reconocerse que se necesita una educación social más amplia así como cambios culturales, ya que en realidad los niños (y en particular los niños en edad escolar) seguirán siendo capaces de acceder fácilmente a cualquier bebida azucarada, por ejemplo de la tienda de ultramarinos que hay cerca de la escuela o incluso dentro del ambiente familiar. En este sentido, los miembros de la EVA cuestionan si esta política conducirá a alguna diferencia notable en los niveles de obesidad de los niños. Los miembros de la EVA consideran que un método mejor para luchar contra la obesidad infantil sería la autoregulación de todos los canales de venta, como tiendas o supermercados.

Recordar que Piero Lazzari, presidente de Confida, se posicionaba también recientemente sobre esta iniciativa promovida por UNESDA. Pueden consultar el artículo, publicado por Mundo Vending, en el siguiente enlace.

La industria europea de refrescos, representada por UNESDA, ha anunciado recientemente que cesará voluntariamente la venta de bebidas que contengan azúcares añadidos en las escuelas de la Unión Europea.  Esta promesa mantiene y amplía la política existente de la UNESDA, introducida en 2006, de no vender ninguna bebida en las escuelas primarias ni hacer publicidad de las mismas para niños menores de 12 años.

Este movimiento voluntario afectará a 50.000 colegios de educación primaria y secundaria y más de 40 millones de jóvenes de 28 países. La implementación completa se espera que se lleve a cabo a finales de 2018, cuando las compañías miembro de la UNESDA provean  solamente refrescos sin y bajos en calorías en las escuelas.

La expansión de esta política es el último hito de los esfuerzos de la industria europea de refrescos para contribuir a reducir los niveles de obesidad. A principios de este año, UNESDA prometió reducir los azúcares añadidos de las bebidas en un 10% para 2020, basándose en la reducción el 12% que tuvo lugar del 2000 al 2015. Los miembros de la UNESDA incluyen marcas como Coca-Cola, Fanta, Lipton, Oasis, Orangina, Pepsi, Schweppes y Sprite, y el nuevo compromiso ha sido ampliamente acogido por las partes interesadas y se alinea con las llamadas a la acción del Plan de la UE para la Obesidad Infantil, las conclusiones del Consejo de la UE de junio de 2017 y el informe de 2017 de la Organización Mundial de la Salud 'Salud Infantil y Adolescente'.

Qué significa esto para el vending

– La política afecta a todos los canales minoristas dentro del entorno escolar, incluyendo comedores, tiendas de ropa y máquinas vending.

– No vender refrescos con azúcares añadidos en escuelas secundarias.

– Las variedades de bebidas cero o sin azúcares añadidos están permitidas.

– Quitar la publicidad de las máquinas expendedoras en los colegios para reflejar el aspecto no comercial en los entornos escolares (en vigor desde 2006).

– No se venden refrescos en las escuelas primarias (en vigor desde 2006).

– Esto afecta a los productos, pero no a las máquinas vending. Los operadores pueden continuar colocando distribuidoras automáticas en los entornos escolares.

La postura de la EVA

Si bien es evidente que combatir la obesidad debe ser un enfoque multifacético, incorporando educación, provisión de productos y entornos más saludables, en combinación con un estilo de vida más activo, la Asociación Europea de Vending (EVA) reconoce que las asociaciones del sector deben impulsar a sus miembros a hacer todo lo posible para desempeñar su papel en la lucha contra la obesidad, idealmente con acciones conjuntas. Por lo tanto, la EVA elogia a UNESDA por este paso proactivo y voluntario en la industria.

Dicho esto, los miembros de la EVA sienten que una política que apoye una vía educativa para los niños en edad escolar sería potencialmente una solución más a largo plazo. Por ejemplo, una política a través de la cual se imponga una restricción (pero no una prohibición) en los refrescos azucarados de las escuelas y se requiera el suministro de bebidas sin azúcares añadidos, sería una política más apropiada para que los operadores vending la apoyen totalmente. Las restricciones de los productos, quizás junto a mensajes educativos en materia de salud colocados en las máquinas expendedoras, también capacitaría a los niños para que hicieran las elecciones más adecuadas para ellos mismos; algo que les ayudaría una vez dejen la escuela. Esta política de UNESDA elimina cualquier opción para los niños de secundaria y no hace nada para educar a los escolares sobre los tipos de productos que se encontrarán cuando crucen la puerta del colegio.

Además, los miembros de la EVA creen que una política como esta –aunque potencialmente sea un paso hacia una dieta más saludable-, si quiere causar un impacto más profundo en la creación de entornos escolares más saludables no debería centrarse únicamente en los refrescos, sino que debería abarcar todas las bebidas que se suministran fuera de la escuela.

En términos generales, debe reconocerse que se necesita una educación social más amplia así como cambios culturales, ya que en realidad los niños (y en particular los niños en edad escolar) seguirán siendo capaces de acceder fácilmente a cualquier bebida azucarada, por ejemplo de la tienda de ultramarinos que hay cerca de la escuela o incluso dentro del ambiente familiar. En este sentido, los miembros de la EVA cuestionan si esta política conducirá a alguna diferencia notable en los niveles de obesidad de los niños. Los miembros de la EVA consideran que un método mejor para luchar contra la obesidad infantil sería la autoregulación de todos los canales de venta, como tiendas o supermercados.

Recordar que Piero Lazzari, presidente de Confida, se posicionaba también recientemente sobre esta iniciativa promovida por UNESDA. Pueden consultar el artículo, publicado por Mundo Vending, en el siguiente enlace.

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