El último dilema de las cápsulas de café
El café es una de las bebidas más consumidas en nuestro país, y el confinamiento y el teletrabajo han dado alas a una tendencia observada desde hace unos años: prepararlo a través de cápsulas. Actualmente, siete de cada diez hogares toman café en este formato.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2020 casi la mitad de todo el negocio que movió el autoconsumo de cafés e infusiones se lo llevó el apartado de café en cápsulas. Aunque su precio es bastante más alto que cualquier otra opción (34,51€/Kg, frente a los 7,45€ del café torrefacto), su consumo no deja de crecer en España.
Según un informe realizado en el Reino Unido, de las 39.000 cápsulas producidas en todo el mundo cada minuto, 29.000 de ellas terminan en los vertederos.
Además, estos envases suelen estar hechos de plástico y aluminio, lo que también los hace difíciles de reciclar. Se suele apostar por el aluminio porque es uno de los mejores materiales para mantener el sabor y además, ofrece más opciones de reciclaje.
Conscientes de estas dificultades, las empresas están poniendo de su parte para, por un lado, facilitar el reciclaje de estos recipientes y, por otra, investigar con nuevos materiales que permitan conservar el café en estado óptimo, pero que tengan un menor impacto, como es el caso de las cápsulas compostables.
Un sistema propio de reciclaje
Sobre el dilema del reciclaje, la Asociación Española del Café (AECafé) y sus 24 empresas asociadas promovieron, desde el verano pasado, crear su propio sistema de recogida y reciclaje de cápsulas de café. Esta iniciativa se constituyó como la Alianza para el Reciclaje de Cápsulas de Café (ARECAFE).
Ahora, este movimiento se plasma en el Círculo RECICAP®, una organización sin ánimo de lucro que se nutre de muchos de los puntos limpios que hay en los municipios para conformar una red de recogida y reciclaje de cápsulas de café basado en el que NESCAFÉ® Dolce Gusto® y Nespresso® crearon en 2010.
Cómo se recicla
El usuario debe llevar las cápsulas de café a los puntos de recogida. Posteriormente, el Círculo RECICAP® será el encargado de recogerlas y transportarlas a la planta de tratamiento.
Según la información facilitada, el primer paso es extraer los posos de café, que serán tratados para poder utilizarlos como abono de uso agrícola. Una vez abiertas, se separarán según el material del que estén hechas.
Las que estén compuestas de aluminio se fundirán para poder reutilizar el metal. Mientras las cápsulas de plástico también serán tratadas para producir una granza que, posteriormente, se utiliza para fabricar otros productos como macetas, mobiliario urbano, ratones de ordenador, etc.
Los usuarios también pueden llevar a cabo parte de este proceso en casa, reutilizando los posos del café como abono para plantas y separando en el contenedor las cápsulas que sean de plástico.
Fuente: ABC.es