Balance anual del sector de aguas minerales
Irene Zafra, Secretaria General de la Asociación de Aguas Minerales de España –ANEABE-, analiza la situación actual de las compañías de aguas minerales en una tribuna de opinión publicada en la revista Qcom.es. A continuación, les ofrecemos el artículo completo.
En el año 2022 hemos visto como los consumidores españoles se preocupan, cada vez más, por su salud y por mantener unos hábitos de vida saludables. Nos preocupamos más por lo que comemos, y también por lo que bebemos. Dentro de esta tendencia, hemos detectado un interés creciente por aquellos productos 100% naturales, como el agua mineral.
En el escenario actual, donde triunfa lo ‘healthy’, el agua se posiciona, un año más, como la bebida más consumida en nuestro país, según el último ‘Informe de Consumo Alimentario’, elaborado por el Ministerio de agricultura, pesca y alimentación. Un ejemplo claro de que los españoles valoran las características del agua mineral natural: un recurso que procede de acuíferos subterráneos protegidos de toda contaminación y que por tanto, no necesita ningún tratamiento químico para su consumo. Es decir, es 100% natural.
El consumo de aguas minerales sigue creciendo en España
La percepción del sector del año 2022, es que el consumo de aguas minerales sigue creciendo en España y, aunque todavía queda mucho camino por recorrer, se está avanzando poco a poco hacia los niveles prepandemia, a pesar del contexto económico tan complicado que estamos atravesando, derivado de la guerra de Ucrania (inflación, encarecimiento de los costes energéticos…).
Más allá de nuestra apuesta decidida por los hábitos de vida saludable y la correcta hidratación de la población, me gustaría poner en valor otras aportaciones de nuestro sector a la sociedad. Las plantas envasadoras contribuyen, de forma directa, con el desarrollo social y económico de las zonas rurales en las que operan. En concreto, la mitad de estas instalaciones se encuentran en municipios de menos de 2.000 habitantes, convirtiendo su actividad en un ‘motor sostenible’ para la vertebración territorial en la España rural. En cifras absolutas, el sector da empleo directo e indirecto a alrededor de 30.000 profesionales, repartidos por toda la geografía española, y aporta ya más de 1.000 millones de euros a la economía nacional (PIB).
El sector reduce su huella de carbono en un 10%
La actuación contra el cambio climático es otro de los grandes compromisos de las compañías de agua mineral. El hito más reciente: la huella de carbono del sector se redujo en un 10% en 2021. Un avance que se ha conquistado, entre otras medidas, porque más del 95% de la energía consumida en las plantas de envasado, procede de fuentes renovables, y el 21% de los vehículos de la flota comercial son ya híbridos o eléctricos.
En materia de envases, nuestro gran objetivo es alcanzar la plena circularidad de nuestras botellas. En este sentido, me gustaría recordar que las compañías nacionales de agua mineral fueron pioneras en España en utilizar plástico PET reciclado para la fabricación de nuevos envases (bottle to bottle). Avanzar hacia la Economía Circular es la brújula del sector, que ya utiliza un 36% de PET reciclado (como media) en sus botellas. Un porcentaje que se sitúa por encima de los objetivos establecidos por la Unión Europea para 2025 (25%). Nuestro compromiso con la sostenibilidad es claro y está por encima de lo que establece la legislación nacional y europea.
Grandes desafíos legislativos
En 2023, para poder seguir avanzando -en materia de sostenibilidad y contribución social-, necesitamos el apoyo de las instituciones nacionales. La nueva legislación, como el impuesto al plástico o la inminente entrada en vigor del Real Decreto de Envases, provocan una tensión innecesaria en el mercado, que puede provocar un freno a la generación de riqueza y empleo; así como encarecer los alimentos, en un momento en que muchas familias están pasando estrecheces.
Desde ANEABE apelamos al sentido común de las diferentes instituciones, tanto nacionales, como europeas, para avanzar hacia una normativa más realista, cuyos criterios respondan a una base científica y no tan ideológica. Una normativa que nos ayude a crecer como sector y que no ponga palos en nuestra rueda. Una rueda que gira, precisamente, a favor de la Economía Circular.